diciembre 07, 2009

Madre errante

No puedo entender como hay gente que pasa toda la vida sin salir de una ciudad, de una casa, de una sóla vida. Hay tanto que ver, tanto que aprender y sobretodo tantas vidas por vivir.

La primera vida fue la de Nacozari, Hermosillo, Phoenix, Ciudad Obregón, que fueron las primeras ciudades que la vieron pasar, algunas nomás de carrerita y otras por algunos años.

Elipsis temporal de cosas que no explicaré nos lleva a las calles del centro histórico de la Ciudad de México, que antes no se llamaba centro histórico, sino centro nomás. Calles diversas, edificios pobres, habitaciones que más que ser habitaciones eran closets.

Siguió la Narvarte, calle Enrique Rébsamen por ahí cerca del año de 1969. Ironías de la vida, el que escribe, ahora renta un departementito, también tipo closet, justo enfrente del que rentaba mi madre hace 40 años.
Luego, creo que siguió Sonora otra vez, no me acuerdo.

Montaje donde se mezclan imágenes de felicidad, noviazgo, hijo 1, hijo 2, violencia intrafamiliar, huida, reencuentro con el amor.

Corte a: Cuernavaca, Jiutepec, Ocotepec, Hutizilac, Ahuatepec y San antonio, Texas. Como que no cuadra en la lista pero así fue, nimodo.
Laredo y Nuevo Laredo, creo que por ahí se me escapa alguna estancia en cualquier ciudad sinaloence.Bueno, también es importante aclarar que para este punto ya vamos como en la mudanza número 50, porque en cada una de las ciudades hay varios cambios de rumbos.

Llega Toronto y uno pensaría que allá tal vez no habría porqué mudarse tanto... Cuatro años después, la cifra de movimientos amueblados entre la nieve llegó a 4. Uno por año. ¿Entienden ahora porqué yo no puedo con la gente que pasa tanto tiempo en una sola casa? ¿No se aburrirán?

Como buen hijo, no me queda más que imitar el modelo de conducta. 28 años y cerca de 30 mudanzas, no es que compita con mi madre, pero ustedes saben que las nuevas generaciones "vienen más preparadas". Modestia aparte, yo me mudé tres veces en Toronto, y eso que no estuve ni un año.

Me ataco de risa cuando pienso en esto de las 80 mudanzas, ¿habrá un record guiness? Lo malo es que entre tanta carcajadas luego se me llenan los ojos de lágrimas y ya no veo dónde quedó la orillita del diurex. Lo que pasa es que estoy sellando cajas y empacando... el fin de semana me cambio de casa.

1 comentario:

Unknown dijo...

Jajajajajajajaja extrañamente puedo decir que sentí como si yo lo hubiera escrito...hasta que recordé que me gana lo perfeccionista y nunca logro escribir algo, digamoslo así, tan certero jajajajajajajajaja.

Un gusto leerte Victor!!!